Los inversores de corriente son equipos eléctricos diseñados para transformar una tensión de entrada de corriente continua a una tensión simétrica de salida de corriente alterna. Los inversores permiten configurar y controlar la magnitud y la frecuencia de salida de acuerdo con las necesidades del cliente.
Los inversores de corriente se utilizan para una gran variedad de aplicaciones, desde las fuentes de alimentación de las computadoras modernas hasta aplicaciones industriales de alta potencia. Se emplean para convertir la corriente continua de los paneles solares en corriente alterna y usarla en redes domésticas, comerciales e industriales.
Un inversor de corriente analógico consta de una bobina (inductor) y un interruptor, que se utiliza para interrumpir la corriente y colapsar el campo magnético de la bobina, generando una onda pulsante inversa. Esta onda es variable y puede inducir corriente.
El inversor digital cuentan con un oscilador y un transistor que se emplea para generar ondas rectangulares.
Existen inversores especialmente diseñados para sistemas de interconexión estos convierten, la energía en corriente directa generada por los paneles solares en energía en corriente alterna en total sincronía en voltaje y frecuencia tal y como lo entrega CFE.
La inversión de corriente, en ambos casos se produce el interrumpir el campo magnético. Las ondas se suavizan mediante transformadores, haciéndolas más senoidales y produciendo la tensión de salida necesaria. Los inversores de corriente más modernos suavizan más las ondas mediante tecnología IGBT (Transistores bipolares de puerta aislada).
Existen diferentes tipos de inversores de corriente en función de los tipos de ondas con los que trabajan. Este motivo implica que dos equipos con la misma potencia tengan precios muy diferentes. Los dos tipos de inversores más comunes que puedes encontrar en el mercado son los de onda senoidal pura o modificada.
Los de onda modificada son los más económicos por su simplicidad, pero puede que no sean compatibles con todos los dispositivos. Los de onda pura están pensados para cargas resistivas, como las de un horno. Aunque pueden no funcionar bien en equipos electrónicos sensibles, como un equipo de audio. Lo recomendable es elegir siempre uno de onda pura.
La eficiencia de los inversores de corriente es un punto importante y en algunos casos suele omitirse por parte de los fabricantes. La eficiencia de estos equipos está relacionada con la potencia que proporcionará a la entrada del inversor para obtener la potencia deseada para la salida de este.
La potencia es el factor de compra más importante de un inversor de corriente. Los usuarios quieren saber cuál será la potencia máxima de estos equipos, para saber qué podrán conectar. Habitualmente, los inversores tienen una potencia media (de entrada) de unos 12 V o 24 V, aunque algunos equipos pueden llegar a los 48 V.
Además de la potencia de entrada (Input) tiene la potencia de salida (Output) ambas se miden en watts, la mayoría de los fabricantes indican cuál es la potencia máxima de salida. Esta suele ser de entre 110 y 220 V y suelen trabajar a frecuencias de 50 Hz o 60 Hz.
Como cualquier equipo que trabaja con electricidad, la seguridad será un factor determinante y uno de los aspectos más importantes es la disipación del calor, ya que si un inversor se calienta demasiado, puede representar un peligro, especialmente si se coloca en lugares con peligro de incendio.
El equipo también debe estar convenientemente aislado. Tienes que asegurarte de escoger un modelo con piezas de goma y plásticos aislantes. También debes fijarte en los cables, estos deben tener el calibre adecuado y estar bien aislados. Algunos inversores cuentan con puntas cubiertas que ofrecen una mejor protección.