De acuerdo con el científico e investigador Eldor A. Paul, la agricultura sostenible es un sistema conservador de producción agraria de recursos, ambientalmente sano y económicamente viable que reconoce los valores humanos, brindando alimentos de alta calidad, involucrando a las familias productoras y a las comunidades rurales como parte de un sistema saludable.
Este modelo de producción sostenible está diseñado para minimizar la presión sobre los recursos naturales, realizando un adecuado manejo y conservación de la biodiversidad, al mismo tiempo que se reduce el uso de insumos nocivos para el medio ambiente.
La agricultura sostenible nace para hacer frente a las problemáticas medioambientales que sufre la alta demanda de alimentos y las formas en que estos se producen.
Durante décadas la agricultura tradicional y extensiva no sólo ha causado daños a nuestro suelos, bosques y fuentes hídricas, sino que también ha comprometido los recursos de las generaciones venideras.
Es importante destacar que, según datos de la Organización de las Naciones Unidas, se prevé que la población mundial alcance los 8.5 millones en 2030, 9.7 millones en 2050 y 11.2 millones en 2100, con estas proyecciones se estima que los productores del campo tendrán que producir más alimentos que nunca.
En este orden de ideas, si se siguen utilizando los métodos de cultivo convencionales, el mayor problema al que nos enfrentamos es a la degradación del suelo, lo que con el tiempo reducirá la productividad de los cultivos, causando serias consecuencias que ponen en riesgo nuestra supervivencia.
Ahora bien, algunos de los factores más nocivos de la agricultura actual que han llevado al planteamiento de un modelo más sostenible de esta actividad son:
Con el objetivo de promover un modelo agrícola más amable con nuestros recursos naturales, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) han planteado 5 principios para lograr una transición hacia una agricultura más sostenible:
Igualmente, estos 5 principios pretenden hacer frente a desafíos globales como la escasez y la degradación de los recursos naturales, el aumento y demanda de alimentos, así como a los bienes y servicios procedentes de la agricultura (incluyendo los cultivos, la ganadería, la silvicultura, la pesca y la acuicultura), el incremento de la inseguridad alimentaria y muchos otros que se encuentran estrechamente relacionados entre sí.
Es muy importante tomar en cuenta estos principios para determinar los pasos a seguir para nuestros cultivos.